No hay ninguna duda de que el hombre conoció el dolor cuando apareció sobre el planeta Tierra, durante el periodo Pleistoceno, en ese momento era nómada y vivía desnudo. Los antropólogos han descubierto, en los restos óseos que se conservan, que sufrió diferentes patologías, entre ellas abscesos dentarios y fracturas abiertas. Se ha descubierto un fragmento de un esternón que contenía la punta de obsidiana de una flecha, al parecer el traumatismo no fue fatal porque no afectó a órganos vitales, pero convirtió a la víctima en una presa fácil.
. Egipto y Mesopotamia
Las utilizaciones más antiguas empleaban sustancias vegetales con propiedades anestésicas, como la raíz de la mandrágora, la de belladona, las hojas del cannabis, del opio o de la coca. Los asirios inventaron un método eficaz para causar anestesia, aunque no estaba exento de peligro, consistía en comprimir la carótida a nivel del cuello, provocando la consiguiente isquemia cerebral y la aparición de un estado comatoso, el cual era aprovechado por los cirujanos para realizar la intervención.
Es sabido que en la isla de Creta fue venerada durante mucho tiempo la diosa Adormidera, que en su corona tiene parte de la semilla (pericarpio) del opio, representando los cortes típicos que se realizan para la obtención del jugo de esta sustancia. La diosa, en su rostro, refleja el éxtasis que alcanza el adicto. Durante mucho tiempo en la civilización cretense el opio fue considerado un regalo de los dioses, por sus efectos sedantes y analgésicos.
Hacia el 1.400 a. de JC la adormidera fue cultivada en Egipto. El opio que emplearon los egipcios era el thebaicum, procedente de Tebas, capital del Alto Egipto. Sabemos que administraban a sus hijos adormidera para que no llorasen por la noche y dejasen a sus padres dormir. En un bajorrelieve de El-Amarna aparece una hija de Nefertiti ofreciendo a su esposo, Semenkene, una flor de mandrágora.
Los egipcios fueron los primeros en emplear la piedra de Menfis como anestésico. Según Dioscórides los médicos egipcios la reducían a polvo y la empleaban sobre la zona dolorida para conseguir la anestesia. Plinio señalaba que debía ser mezclada con vinagre antes de ser aplicada. Se ha especulado mucho acerca de la identidad de esta piedra, para algunos estudiosos se debía tratar de un tipo de asfalto, que al quemarse producía unos vapores soporíferos. Para otros era una piedra caliza que desprendería anhídrido carbónico, cuya acumulación en un lugar sin ventilación produciría el adormecimiento del paciente. Pero en tal caso, ¿por qué no narcotizaba también al médico?
. India y China
Los hindúes, con Susruta a la cabeza, usaban el vino para insensibilizar a los pacientes que iban a ser sometidos a una intervención de talla, esto es, la extracción de cálculos vesicales. Para este galeno el cirujano ideal “había de pertenecer a una de las castas superiores, ser de buena familia, mostrarse inquisitivo, fuerte, enérgico, saber dominarse y tener buen carácter, inteligencia y buena memoria, coraje y limpieza de espíritu. Debía también tener labios, dientes y lengua finos, nariz recta, mirada franca y despierta, boca amigable…”.
En China, hacia el 300 a. de JC, Pien Chiao, uno de los cirujanos legendarios, operó a dos individuos a los que previamente había adormecido con una bebida narcótica, quitándoles el estómago y operándoles del corazón. Según reza la leyenda los dos pacientes volvieron a sus casas curados completamente.
También demostró su habilidad Hua Tho, el primer gran cirujano chino, comparado por su trascendencia con Hipócrates. Se sabe que consiguió preparar un sedante muy efectivo, al que denominó “mario”, con el cual podía sumir a sus pacientes en un sueño tan profundo como si “estuvieran embriagados o muertos”. Esta habilidad, sin embargo, le ocasionó la muerte, ya que en cierta ocasión cuando pretendía trepanar el cráneo del caudillo rebelde Kuan Yün, aquejado de terribles cefaleas, el paciente pensó que podía tratarse de una treta para acabar con su vida y ordenó que ejecutasen a Hua Tho de forma inmediata.
. Grecia y Roma
En la mitología griega se narra como Melampo, rey de Argólida, curó a las tres hijas del rey Proetos de su locura, enfermedad que les había propiciado Hera, la irascible esposa de Zeus. Para ello Melampo administró eléboro negro a las tres princesas, provocándolas el “olvido”. El eléboro negro contiene veratrina la cual produce la muerte de forma fulminante. Posteriormente, Dioscórides recomendaba el eléboro negro mezclado con vinagre como tratamiento de la odontalgia. Los griegos acudían en peregrinación a los templos de Asclepio, porque creían que si dormían allí el dios de la medicina les aliviaría de su dolor.
Los romanos heredaron los conocimientos médicos de los etruscos y los griegos, adoptando de inmediato todos los fármacos conocidos para combatir el dolor. El listado de plantas de Plinio con fines analgésicos es infinito, así como los remedios que utilizaba. Hay algunos que producen cierta hilaridad, como por ejemplo uno en el que recomendaba para evitar el dolor de muelas introducir dos veces al mes ceniza de excrementos de rata sobre las encías o bien colocar gusanos de tierra hervidos en aceite sobre la oreja dolorida.
. Aztecas y mayas
En la Gran Tenochtitlán los aztecas practicaron sacrificios humanos, la liturgia de estos sacrificios a través del dolor servía para comprar la paz en un mundo dominado por divinidades crueles. Durante la Guerra Florida al guerrero más fuerte y valiente que había sido hecho prisionero se le daba un trato especial, le proporcionaban un atuendo ostentoso y le alimentaban de forma exquisita. A continuación le obligaban a ingerir una infusión a base de plantas soporíferas y anestésicas, y le conducían con gran pompa a la cúspide del Templo Mayor. Allí le ataban de pies y manos, cuatro individuos le obligaban a recostarse sobre la Piedra de los Sacrificios para que arqueara el torso y expandiera el tórax y con un solo movimiento se efectuaba una laparotomía con una hoja de obsidiana afilada. Con enorme celeridad el sacerdote le extirpaba el corazón, el hígado y, a veces, los pulmones. El temor al dolor y a la muerte era considerado una ofrenda a la divinidad.
Los Grandes Señores Mayas se perforaban el pene con la púa de un maguey, se trataba de un rito en el que se derramaba sangre en honor de los dioses. A lo largo del Periodo Clásico, los mayas extraían a los prisioneros de guerra las uñas de los dedos de las manos, con el fin de impedir su participación en otro conflicto bélico, a continuación eran liberados.,
hola cracs mi nombre es donato
ResponderEliminarThe best casino games - jtmhub.com
ResponderEliminarThe best casino games for real money. The best 상주 출장마사지 casino 문경 출장안마 games for real money. 사천 출장샵 The best casino games 인천광역 출장마사지 for real money. The best 안동 출장안마 casino games for real money. The best casino